Ana es una niña curiosa. Siempre dibuja las letras al revés. Dibuja “b” en lugar de “d” y “p” en lugar de “q”. Su maestra, la Señora López, le dice: “Eso no está bien.” Ana no entiende por qué.
Un día, Ana entrega su tarea con las letras incorrectas. Su amigo, Pablo, dice: “Eso no está bien.” Ana no entiende por qué.
Después, Ana intenta escribir su nombre en el pizarrón, pero lo hace al revés. Un nuevo estudiante, Martín, le dice: “Eso no está bien.” Ana finalmente se da cuenta de que lo está haciendo incorrecto. Está triste porque quiere aprender y hacerlo bien.
Ana decide cambiar. En lugar de dibujar las letras al revés, practica con cuidado. La Señora López sonríe. Ana aprende que hacer las cosas correctamente es mejor que cometer errores.